Luego de que se filtrara por Sandra Borghi en Nosotros a la mañana (El Trece, a las 9) la suma que Silvia Süller (60) había pedido para hablar de su estado de salud, la mediática visitó este sábado el programa de Andy Kusnetzoff (47), PH Podemos Hablar (Telefe, a las 22), y contó detalles del supuesto infarto agudo de miocardio que sufrió hace dos semanas.

Como de costumbre, la ex vedette comenzó describiendo su estado de salud de una forma un tanto brusca y polémica. “Perdón, estoy infartada”, dijo Silvia, quien antes de eso se había puesto de pie para abandonar la mesa del ciclo porque estaba sintiéndose mal.

Y luego de eso agregó efusiva: “Yo decido sobre mi vida, así como me di el alta médica decido adónde voy, cuándo voy, con quién voy si me quiero morir o no me quiero morir y de qué forma”.

En ese momento, la ex mujer de Silvio Soldán (83) mostró el diagnóstico de su infarto y ante la consulta de Andy, agregó: “No me lo esperaba. Estaba en casa me agarró un dolor de hombro muy fuerte, se me fue a la espalda, tomé un remedio y no pasaba así que me fui para un centro médico pero pasé por otro más cerca, entré y me hicieron de todo”.

De acuerdo a las palabras de Silvia, ella primero fue a la Clínica Finochietto y ahí le dijeron “es un infarto agudo de miocardio”. Entonces, fue inmediatamente trasladada hasta el Hospital Ramos Mejía pero allí no pudo ser atendida “porque la máquina estaba rota” y la mandaron al Hospital Argerich.

“Creo que fue un infarto emocional, una acumulación de estrés, de angustia, de llanto y preocupación. Estaba al límite. El médico me dijo que reaccioné súper rápido. Me hicieron el cateterismo y me dieron el CD. Si no hubiese reaccionado mi corazón hubiese dejado de latir”, explicó la mediática, quien por momentos parecía emocionarse al hablar.

Hasta que se quebró. Es que casi al final de su descargo la platinada recordó que se había ido del Hospital Ramos Mejía varios días antes de lo estipulado y por decisión propia ya que, aparentemente no la estaba pasando para nada bien allí.

“Ya está, me tengo que ocupar de mí. Siento que nací con una misión en la vida y es dedicarme a la gente”, dijo a continuación Süller pero el Andy le preguntó por sus seres y eso fue el empujón que a ella le faltaba para largarse a llorar.

​”Me vinieron a ver mis padres y Marilyn con su pareja, pero después ella no me vino a ver más… debe estar ocupada y a Christian (el hijo que tuvo con Soldán) hace 9 años que no lo veo y a Marilyn (su primogénita) hacía cuatro años que no la veía, antes de que ella quedara embarazada”, cerró entre lágrimas.