“El encantador y amoroso Roberto Sánchez”, presenta Legrand a su invitado. Y Sandro -que estaba en promoción de la película que dirigía, Tú me enloqueces-, hace lo que mejor sabe: seducir.

La serie “Sandro de América” que emite Telefe hizo revivir la “Gitanomanía”. Muchos fans se ocupan de visitar el archivo de YouTube, que esconde grandes perlas del mito de Valentín Alsina. Entre esas perlas, una mesa compartida con Mirtha Legrand causa sorpresa. 1976. A solas frente a cámara con la diva de los almuerzos. Televisión en blanco y negro.

“¿Te enojás? ¿Qué te molesta? ¿Qué te disgusta? Explotás alguna vez?”, pregunta Mirtha en una mesa llena de rosas. “Tengo mucho miedo de no comprender yo las cosas. Cuando llega un punto en que creo que me comprendieron y no me comprendieron, y a través de una larga paciencia, de repente viene el arrebato. Ahí soy destructor”, confiesa Sandro.

“No soy agresivo, pero sí soy violento. Terriblemente violento”, continúa “El Gitano” ante la sorpresa de la conductora. Entonces, Chiquita repregunta: “¿Qué te puede poner violento?”. Sandro es tajante: “La falta de respeto. De repente cuando le decís a una persona: ‘Las cosas están dadas así’, das las razones y la gente insiste en cosas, y no quiere comprender, esas cosas me sacan muchísimo”, responde Sandro.

La charla continúa y Sandro, elegante, de corbata y serio, sigue con las revelaciones. “A esta altura de la carrera ya no sé quién es quién. Me he llevado muy mal con Sandro. Después lo comprendí. Quería ser yo, Sandro no me dejaba”.