Semana de silencio en torno a dos temas que involucran desde diferentes ámbitos a las huestes que responden al intendente renovador Facundo López.
Usinagate: “Pancho” aún no pidió licencia en el Concejo Deliberante luego de que conociera que se afanó unos cheques de la Usina, y que el consejo de administración de la cooperativa local, si no fuera por el propio Vilchez, por intermedio de una mediación que hubiera eliminado la causa penal. Las cosas están así, silencio total, mientras tanto sigue cobrando como concejal. Dicen que si se presenta en la próxima sesión le tienen aguardando una sorpresa. Varios especulan que sólo dejó estirar esta semana para cobrar el sueldo que corresponde a Mayo y el Lunes o Martes presenta la nota de licencia, si no lo hace antes del jueves en la sesión “lo prenden fuego”.
Medina respondía a Facundo López en las votaciones. Si bien el intendente no quiere perder un voto seguro, ya que el suplente que entra responde al PJ (tiene más margen de maniobra para decidir que si fuera orgánico a López, aunque todos saben que el PJ tiene simpatía con Facundo) lo cierto es que esta semana tuvo una denuncia tan o más grave que panchito.
Básicamente acusan al intendente y a su equipo de pedir dinero a cambio de extender plazo, por parte de de los ex concesionarios del balneario la hélice, donde cuenta en instancias judiciales como le pedían coima en 2017 a partir de facturación de servicios que nunca se prestaban y que luego les pedían el dinero. Es decir que la coima la terminaba pagando el propio estado municipal no el concesionario. Lo que implica esta denuncia que ya está en la justicia es que el propio denunciante, Omar Yunes, reconoce que él también fue parte de esa maniobra en la misma manera que funcionarios de primera línea del intendente.