El 12 de noviembre de 1934 a la salida del Puerto de Quequén, se producía el naufragio del Barco Marionga Goulandris. Era un barco Griego de acero de origen inglés.

Sus dimensiones en pies: 348.6 x 49.9 x 23.6 (106,20 x 15,20 metros). Tenía un registro grueso y neto de 4.364 y 2.761 toneladas.

Zarpó a las 10,30 hs con tiempo bueno el 12 de noviembre de 1934, cargado con 6.259 t. de cereal. Asentó popa el 12 de noviembre de 1934 al varar a la salida del puerto de Quequén, aproximadamente a 50 metros del morro del rompeolas. 38° 32’ S y 58° 44’ W. al pie del morro de la escollera norte. Calaba dos pies más de lo aparentado y declarado. Se lo desmanteló y desguazó parcialmente, quedando su casco al sur del morro, a una distancia de 50 mts.

Al zarpar del puerto de Necochea el 12 de noviembre de 1934, el vapor «Marionga Goulandris» cargado con 6.000 toneladas de cereales, probablemente, más aún, seguramente, ninguno de sus tripulantes pudo haber supuesto que breves minutos después, en la boca misma del puerto próximo a la escollera norte y con mar bonancible iba a encontrarse el «Mariona» con el fin que el destino le deparaba. Una varadura al parecer simple en principio se tradujo paulatinamente en su pérdida total por la acción de las diferencias de marea y de los vientos que azotan los dientes del puerto.

A los pocos días de haberse producido el accidente, se levantó viento fuerte del Sur desmantelando la chimenea primero, el puente después y destruyendo con la extrema facilidad que el mar puede hacerlo, todas las partes más sólidas y vitales del buque.

Solo se pudieron rescatar una parte del total de la carga que llevaba un ya que a poco de naufragar sus bodegas se inundaron rápidamente.

Distintos temporales fueron destruyéndolos hasta quedar parte del casco y maquinarias semi sepultados en la arena. Posteriormente el Eleni queda encima. Desde Bahía Blanca llegó para auxiliarlo el QUERANDÍ que nada pudo hacer.