La Comisión de Infraestructura, Obras y Servicios Públicos del Concejo Deliberante analizó hoy el pedido de habilitación de un crematorio en una casa de sepelios y un crematorio de mascotas.

En el caso del crematorio para la sala velatoria es solicitado por la empresa De Pierro Picardi.  En el de las mascotas, se debate qué tipo de animales serán admitidos o estarán incluidos para el servicio de cremación, ya que abunda una gran cantidad de especies que han sido domesticadas.

Ambos expedientes se seguirán evaluando mañana para poder ser tratados en la próxima sesión del cuerpo.

En el país existen varios crematorios de este tipo e incluso empresas que se dedican a realizar el funeral de las mascotas.

Por lo general las despedidas duran entre 40 minutos y una hora. En algunos casos, también la ceremonia se realiza en la casa de la familia de la mascota fallecida.

Una vez que los restos del animal son preparados por los trabajadores de la sala, son colocados en un “pedestal” compuesto por una camilla con sábanas blancas que cubren el cuerpo de la mascota, pero dejan su rostro al descubierto. Así, el círculo familiar puede ingresar a despedirse. En esta instancia, algunas personas optan por personalizar el lugar con los juguetes preferidos de su mascota o —por ejemplo— con la manta en la que solía dormir la siesta.

Es decir que se utiliza el mismo protocolo y ceremonial previsto para los servicios fúnebres de humanos.

Luego del homenaje, ocurre la cremación. Además, se ofrecen diferentes elementos para recordarlos a las mascotas para siempre, a modo de souvenirs, como collares para agregar en un dije, cenizas, urnas de madera o biodegradables o huellitas en arcilla.