El presidente Mauricio Macri inauguró este viernes el 137° período de sesiones ordinarias del Congreso en una ceremonia que se fue calentando a medida que el presidente avanzaba en su discurso, mal leído y plagado de mentiras bochornosas.

Por momentos se hacía muy dificil poner orden y, el presidente, evidentemente desencajado, dejó en evidencia su falta de autoridad y el poco respeto que despierta en el ciudadano.

Lo de hoy podría leerse como un reflejo de lo que se vive a nivel social general, donde parecen haber dejado de gobernar, y todo se desborda cada vez más. Sólo resta esperar a terminar el mandato mientras se llenan los bolsillos.

Aún así y a los tropezones, el presidente macri, terminó de leer su discurso en el que parecía estar hablando de cualquier país del norte de Europa, pero no de la Argentina.

En ese marco reconoció que muchos -por no decir casi todos los argentinos- están peor que hace algunos años.

“Muchos van a pensar , yo estoy peor que hace unos años. Todo me cuesta más. Algunos me van a recordar que el año pasado dije en este mismo lugar que lo peor ya pasó. Tienen razón”, reconoció en el inicio de su alocución.

Con tono elevado, el mandatario puso énfasis en la política internacional de su gestión, alineada a Estados Unidos en relación a Venezuela. Se tomó unos segundos para reconocer a Juan Guaidó como mandatario bolivariano y luego remarcó las exportaciones concretadas con algunos países en el último tiempo.

En algunos de los momentos más álgidos de la mañana destacó la velocidad con la que pueden hacerse trámites y la posibilidad de conectarse a internet que hay en algunas escuelas alejadas de los centros urbanos. De fondo se podía escuchar a algún legislador gritando que al mismo tiempo le habían sacado las netbooks a los alumnos de menos ingresos.

Finalmente, llamó a concretar “acuerdos en serio” para conseguir “un país para todos”.

La ausencia absoluta de una descripción sobre la sangrante realidad social y laboral que vive el país dejó impactada a gran parte de la ausencia. Incluso pese a que al borde del grito describió su “visión de futuro”.

“Veo chicos que merecen que sigamos con esta transformación”; atinó a leer y hasta se refirió a las Pymes (“que abren y dan empleo”) y el presunto avance que viven, pese a que cada día cierran más empresas en todas partes del país.

El cierre, después de decir que forma parte de la “generación que hizo lo que nunca se había hecho” fue entre aplausos de Cambiemos y gritos de “¡cínico!” que estallaron desde los bloques opositores.

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