Luego de varios años (literalmente hablando) de debate, se logró aprobar en el seno del Concejo Deliberante una ordenanza que realiza modificaciones en el servicio de remisses. Si bien hay varios puntos, la principal cuestión pasa porque no sólo impide la transferencia de las licencias, sino que crea un registro público de aspirantes en el seno de la municipalidad que dará licencias en función de un número límite de permisos que fue acordado por todas las partes en 380 (trescientos ochenta).

Asimismo se busca ampliar el cupo en las agencias. Es decir, las agencias denominadas “pequeñas” podrán habilitar hasta 25 autos y las denominadas “grandes” de 26 y 50 unidades. De esta manera será -quizá- un poco más equitativa la relación de poder entre el agencieros. Al tiempo que permite que 5 dueños de auto (en su mayoría choferes) puedan abrir una agencia por sus propios medios.

La norma también establece plazos para aplicación de la misma en todas las nuevas regulaciones, incluyendo las del parque automotor. La ordenanza busca retomar épocas anteriores donde el remisse se configuraba como un servicio de lujo y confort, algo que por la dinámica establecida en la vieja ordenanza de 2005 generó que los taxis ocupen ese lugar, situación que se busca revertir con esta ordenanza.