El comité Abásolo explotó el viernes por la noche en la presentación de listas, con sus respectivos avales. El capital político se desvanece en lo concreto de las urnas y las elecciones internas  con el voto de los afiliados a la UCR que dirán el resultado final. A priori parecía -o parece- que el sector mayoritario encabezado por Damián Unibaso, conformado por la actual conducción y amplia mayoría del radicalismo activo, se imponía claramente sobre cualquier otra expresión, tal como en el pasado. Pero a la hora de presentar avales el viernes fueron 300 contra 200 de la lista de Cristina Murray, cosa que si bien indica claridad en cuanto a mayoría por parte de un sector, deja claro que el otro no es para nada despreciable su volumen.

En síntesis, el radicalismo se enfrentará en una elección interna con un padrón de 4000 afiliados donde se verá a todo o nada una nueva conducción por dos años del comité de calle 57. Todo indicaría que el favorito es Unibaso, a esta altura con la demostración de los avales no se puede descartar ninguna sorpresa. Si la tropa de Murray, Sarasibar y De Ilzarbe sale a caminar y recorrer casas de afiliados de antaño y convencer a dudosos, pueden dar el batacazo. Del otro lado está toda la estructura real partidaria, la juventud y un capital político electoral alto, que podría desvanecerse de un plumazo si no ganan. La lista de Unibaso-Diez-Esnaola si no logra una contundente victoria, aún ganando pero por escaso margen, quedarían debilitados en la perspectiva a la intendencia en 2019.