Sampaoli

Tras la aplastante derrota ante España, el entrenador de la selección Argentina, Jorge Sampaoli, tiene algunas certezas sobre el comportamiento a tomar.

Los mismos intérpretes: La base del plantel no se verá modificada. Messi, Mascherano, Biglia, Di María, Agüero, Banega, Romero, Higuaín, Otamendi, Mercado, Guzmán y Salvio tienen su lugar asegurado. En tanto, Bustos, Pavón, Caballero, Maxi Meza, Enzo Pérez y Rojo estarán bajo un seguimiento especial. Por su parte, en la gira, el entrenador constató que Funes Mori aún no está en condiciones de jugar en la selección. Icardi, Kranevitter, Ascacibar o Pezzella no figuran en la carpeta del técnico.

Mantendrá el sistema defensivo. Aunque su dibujo predilecto es con tres defensores, el técnioco siente que la construcción del juego que busca demanda una cancha ancha y profunda, con la imprescindible intervención de los laterales, además del rol distractorio que ellos cumplen para Messi, tal como Dani Álves o Jordi Alba en diferentes momentos del Barcelona.

Sin psicólogo deportivo. Pese a cierta impotencia que invade al técnico, el ex Sevilla rechaza la intervención de un profesional y no le hará lugar a un psicólogo deportivo, aunque lo alarme la fragilidad emocional del grupo ante la adversidad.

Cambios en el mediocampo. El cuerpo técnico se convenció de que Mascherano y Biglia no jugarán juntos. El volante central, a esta altura, será el ex Argentinos Juniors. “Mascherano no está [para jugar], pero debe estar”, informaron a La Nación Deportes.

Siempre al ataque. La atracción ofensiva no la negociará Sampaoli. Ni aunque en los últimos días se haya activado alguna línea interna que le sugiere que “para ganar un Mundial no te tienen que hacer goles”.

Dybala tendrá que brillar si quiere ganarse un lugar. La Joya todavía no está afuera del Mundial, aunque tendrá que sostener su repunte en Juventus. Quizá, el hueco en la lista se lo termine inventando como una opción como centrodelantero, una alternativa para Agüero o para el atribulado Higuaín.

¿Quién se ganó un lugar? Lanzini, definitivamente el gran vencedor de la ventana de marzo.

¿Quién salió más perjudicado? Rojo, de seguro pasó a estar en observación. El entrenador constató que su nivel no le alcanza para jugar en la elite internacional.

Con información de La Nación