Hay veces, que todo parece predestinado de antemano, y nada modificará una situación por más intentos que se ensayen. Tal fue el caso del partido entre Rosario Central y Godoy Cruz.
Antes de que comience el partido, Néstor Ortigoza, que ya había firmado su planilla, debió salir del campo de juego por un resentimiento en su lesión isquiotibial, y ello parece haber desmembrenado toda la base del Canalla, que contaba con Jony para nuclear el circuito de juego local.
Casi como una continuidad de la desgracia, Godoy Cruz golpeó con Garro el 15′ y lo único que provocó fueron más nervios en su equipo rival. Además, los ataques del Tomba parecían un terremoto: sin dudas, la delantera Morro García-Garro merecen un lugar destacado en el presente certamen.
Para peor, a los 33′, Fernando Tobio, subido a la ola negativa Canalla, ejecutó una indisimulable jugada peligrosa sobre su rival y debió ser expulsado. Los 10 hombres parecían sentenciar casi de muerte al partido, aún faltando más de la mitad.
Ya en el segundo tiempo, el panorama no se modificó. Al contrario: los ánimos en Central empeoraron (Zampedri, uno de sus máximos reflejos), y Guillermo Matías Fernández, a los 61′, le dio el golpe de gracia al partido con un certero remate de media distancia, que pasó por encima del arquero Ledesma.
Con este resultado, Rosario Central se mantiene con 24 unidades y sostiene sus esperanzas de clasificarse a la Copa Sudamericana. El Bodeguero, en tanto, se ilusiona con ingresar a la Copa Libertadores, tras afianzarse con 31 puntos en la cuarta posición.
La próxima jornada, los de Fernández visitarán a Vélez Sarsfield en el Estadio José Amalfitani, mientras que Godoy cruz recibirá a Arsenal en el Estadio Malvinas Argentinas.