Hace ya más de una semana el decreto 810/20 que estableció el intendente Arturo Rojas, permitió al comerciante del centro reabrir sus puertas, y comenzar a trabajar. Siguiendo con un protocolo por la pandemia del covid-19 la gran mayoría de los comercios abrieron sus puertas luego de 50 días.
Pero muchas calles son cortadas, y funcionan como peatonal, lo que para muchos es perjudicial para la actividad.
“…El necochense esta acostumbrado a parar el auto en la puerta, bajarse, comprar y seguir..”.
Para un porción importante de comerciantes entienden la situación excepcional por la que atravisa el mundo, pero al cortar la calle y si sumamos lluvia, el ciudadano tiene que dejar su vehículo a 3 o 4 cuadras, ya se viene mojando y luego tiene que esperar afuera para poder ingresar a los locales, continua mojandose, lo que en muchas ocasiones, lleva al ciudadano a no ir hacía el centro, se queda en su casa y va al otro día, cuando el clima acompañe un poco más. En conclusión para el trabajador es un dia casi perdido.”… Veníamos de 2 o 3 años muy complicados para la actividad comercial, ahora la cuarentena, género muchos cierres de comercios, y los que continuamos, lo hacemos con un %60 o %50 menos de lo que trabajábamos antes, pero el día de lluvia, se hace un %20 -%25 de caja, y comienza hacer un drama.
El comerciante sabe que esta la peatonal, para que la gente no se aglomere en las veredas transitandolas; pero a la mañana cuando suena el despertador, y mientras se toma unos mates antes de salir a “levantar la persiana”; si escucha la lluvia,sabe que ese día esta casi perdido, y no es tiempo para continuar restando, porque ese combo, ya le empieza a resultar fatal.